jueves, 20 de febrero de 2014

Edvard Munch, 10.000 gritos ya...

Aprovecho esta entrada y la título así para celebrar con vosotros y agradeceros las primeras 10.000 visitas de mi blog.
Esto es, sin ninguna duda, gracias a vosotros, los que os interesáis en leerme e incluso mandarme comentarios de ánimo y en muchos casos consejos. A todos, ¡GRACIAS!
¿Por qué esta entrada para las diez mil visitas? Me parece muy interesante mostrar la influencia de los acontecimientos vitales de Edvard Munch en su producción artística, y ampliar un poco más allá de "El Grito" conocido por todos.

Edvard Munch nace en Noruega en 1863, el cuarto de cinco hijos. Sus primeros años de infancia quedan muy marcado por la relación con sus padres y hermanos.
En 1868 fallece su madre de tuberculosis y su tía Karen se hace cargo de la familia, este hecho marca profundamente al pequeño Edvard de tan solo cinco años.

En esta foto vemos a la madre de Munch con sus cinco hijos a comienzos de 1868. El artista es el niño de la derecha, de pie y agarrado al brazo de su madre.

En 1877, cuando era tan solo un adolescente de catorce años, la familia sufre un nuevo revés, fallece su hermana mayor Sophie de quince años, también de tuberculosis.

En 1879 a los 16 años comienza a estudiar ingeniería, lo que le durará solo unos meses, a comienzos de 1880 deja los estudios y decide ser pintor.

En 1881 cursando sus estudios de pintura vende sus dos primeras obras en la escuela de dibujo de Oslo, y pinta su primer autorretrato.

Cuando comienzan a irle bien las cosas, en 1882, decide mudarse a Oslo, en un estudio con seis compañeros más. Allí comienza a tener acceso a otros artistas tales como Christian Krohg, quien en sus meses de adoctrinamiento corregía sus trabajos.

Desde ese momento Munch va forjando su actitud artística, y un año más tarde expone por primera vez en 'La Exposición de Otoño de Oslo', convirtiéndose en un asiduo de la misma.

Con este hito artístico el joven Munch se abre hueco en una sociedad de artistas y literatos afincados en Cristianía, como Jaeger o Krohg)

Una de las grandes influencias noruegas de Munch es Christian Krohg (1852-1925). En cuanto a la comparación de ambos podemos destacar las similitudes en los retratos.
Autorretrato con cigarrillo (1895)
Pintor Gerhard Munthe (1885)




















Como podemos observar, a la derecha la obra de Krohg y a la izquierda la de Munch.
Un ambiente lleno de humo o la postura, coinciden.
Ambas tienen características comunes pero cabe destacar, por qué no,la instantaneidad fotográfica de las dos escenas. Unos trazos que esbozan el impresionismo.

Se diferencian ambas en su localización: mientras Munch utiliza el humo para enmarcar su mano y rostro; Para Krohg es simplemente una decoración en su marco.
Los dos pretenden mostrar el ambiente, entendido este concepto no solo como lo externo a ellos, sino como la representación de su actitud hacia los demás.

En 1885 tras participar en 'La Exposición Universal de Amberes' se traslada a vivir a París, este periodo no es tan importante por el tiempo que pasa sino por lo que descubre allí, los salones de París y las salas del Louvre donde descubre y se impacta poderosamente de la obra de Manet.

En otoño regresa a Oslo pero no es el mismo, su visión artística está muy definida, ha escarbado en su subsconciente y ha comenzado obras como Niña enferma (1886).
Krohg (1881)
Nuevamente nos encontramos ante una comparación entre Munch y Krohg.

La misma temática y nomenclatura, distinto estilo.
¿Influyó la muerte de su hermana en la representación de esta obra?

Posiblemente por el sufrimiento contenido con la muerte de su hermana, vuelca el dolor en la figura de la mujer, que en su caso no podía ser su madre, sino su tía, pero al no verle el rostro nos hace pensar en una figura femenina que acompaña a la joven. La niña tiene un rostro dulce y sereno observando el dolor de su acompañante.

Esta obra fue expuesta en 1886 en 'La Exposición de Otoño de Cristianía' y crea mucho revuelo por la forma del artista de esbozar los cuerpos y no definirlos. Con unas críticas apabullantes, la obra fue muy censurada, ya que lo esperado de la temática sería la obra de Krohg, naturalista y acogedora.

Noche en St. Cloud (1890)
En 1889 el artista expone en solitario por primera vez. Una muestra con 110 cuadros situada en Oslo, que tuvo una gran acogida.

En un viaje a París fallece su padre, un hombre cargado de manías y obsesiones religiosas. Esto produce en el artista un nuevo revés y decide trasladarse al suburbio parisino de St. Cloud.

Munch, marcado por una infancia tenebrosa y solitaria, en sus obras representa muy a menudo la soledad, acrecentada en esta obra por la sombra de la ventana reflejada en la estancia.
En ese ambiente liberal alejado del encapsulado naturalismo de su Noruega natal, escribe el manifiesto de St. Cloud, en el que se posiciona en el lado opuesto al naturalismo.

''Ya no se deben pintar interiores con hombres leyendo y mujeres cosiendo. Deben ser pinturas sobre seres humanos reales que respiran, sufren, sienten y aman. Me siento obligado –sería fácil– a pintar una serie de estos cuadros: en ellos es preciso entender lo sagrado. La carne y la sangre tomarían forma, los colores cobrarían vida''


Pasa el verano de 1890 en Aasgaardstrand y de su nueva ciudad de veraneo dice que: "Caminar por Aasgaardstrand es como caminar entre mis pinturas".

En esta obra Primavera en el Paseo Karl Johann, pintada en una breve estancia en Oslo, vemos una gran influencia del neoimpresionismo.


Tras esta obra reside dos años entre París, Niza y Oslo.
Hasta que en 1892 vuelve a Oslo y rechaza participar en la 'Exposición de Otoño' para exponer en Berlín invitado por la Asociación de Artistas de Berlín.
El público reacciona indignado y en una semana le clausuran la exposición.

Desnudo Parisino (1986)
Pubertad (1894)
En 1895 muere su hermano Andreas, y en 1896 comienza a imprimir grabados en madera y litografías. En este año realiza ilustraciones para distintos trabajos, uno de los más importantes es para Les fleurs du mal de Baudelaire.

Junto al lecho de muerte (1895)
Pasa los años siguientes entre exposiciones y residencias entre París, Berlín, Oslo, y viajes a Roma y Florencia donde estudió las obras de Rafael.



Se presenta por primera vez en 1902, el Friso de la Vida, un conjunto de obras entre las que encontramos obras como Pubertad.
Madre muerta (1900)











Melancolía (1895)


En la temática común de Munch, complicada como él mismo decía, sería más fácil de comprender si se exhibían juntas.

Unas obras unidas por la muerte y el amor. Describe obras como Pubertad como el despertar del amor.

En Madre muerta se representa una niña, que se parece singularmente a su hermana menor, la cual veíamos en la foto, con la edad que tendría el pequeño en el momento de la muerte de su madre.

Muchacha Bostezando (1913)
Despierta una ternura y una inocencia infinita.
La muerte de sus seres queridos marca la vida de Edvard, en 1908 muere su mejor amiga de juventud, Aase Nörregaard.

Con la obra Muchacha bostezando, de 1913, podemos observar el cambio en su técnica comparándola con Pubertad, un cambio de pincelada y paleta, esta, mucho más esbozada.
Autorretrato después de la
Gripe española
(1919)

Él mismo se representa en 1919 convaleciente de una gripe, y tras este se vuelve a representar mucho más recuperado pero atormentado interiormente.
En 1923 es nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes Alemana, y en 1925 miembro honorario de la Academia de Artes Plásticas de Baviera.

Autorretrato con desasosiego
interior
(1919)
Su hermana Laura muere en 1926, mientras él preparaba las grandes retrospectivas de su obra que se darían al año siguiente.

Continúa estos años con su trabajo en los murales del Ayuntamiento de Oslo, tras el éxito de los de la universidad, pero una enfermedad ocular cesa su trabajo.

Por su septuagésimo aniversario se le dedican en 1933 múltiples homenajes.

En 1937 el gobierno nacionalista confisca 82 obras que se encontraban en museos alemanes denominándolas degeneradas.
A los 79 años expone por primera vez en Nueva York, poco antes de los ochenta años, aquejado de múltiples resfriados.
Muere a los 81 años, dejando todas las obras que tenía en su poder a la ciudad de Oslo.

Con este último autorretrato, una representación que utilizó mucho, podemos observar la evolución de su pintura y su visión sobre sí mismo.


"El espectador debe adquirir conciencia de lo que la pintura tiene de sagrado, de modo que se descubra ante ella como en la iglesia"

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